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La Calidad del Aire Interior, actriz revelación del covid-19

La Calidad del Aire Interior, actriz revelación del covid-19

Mucho se está hablando en los últimos meses sobre la Calidad del Aire Interior (CAI), a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya hace tiempo que señala la importancia de la misma sobre el bienestar y el confort de las personas.

En las ciudades, se estima que pasamos el 90% de la jornada en espacios cerrados (oficinas, escuelas, comercios, hogares, espacios de ocio, etc.) y es precisamente ahí donde sufrimos el 72% de la exposición a químicos. Así pues, paradójicamente, cuando pensábamos estar más protegidos de la temida contaminación exterior, es cuando realmente estamos más expuestos a sustancias perjudiciales para la salud. No obstante, la calidad del aire interior tiene una solución más fácil y económicamente viable que el complejo escenario en el que se encuentran las más grandes ciudades del mundo respecto a la calidad del aire exterior.

El origen de los problemas de la calidad del aire interior.

Se remonta a los años 70, cuando motivada por el incremento de los precios de los suministros energéticos, la construcción marcó como uno de los principales objetivos la estanqueidad de los inmuebles, lo que trajo consigo una reducción considerable de la ventilación. Esto, juntamente con el incremento de materiales sintéticos, el uso de químicos y sustancias derivadas de la propia actividad condujo a un elevado aumento de la concentración de contaminantes en los ambientes interiores, creciendo sustancialmente los casos de sensibilidad que se englobaron bajo el término de síndrome del edificio enfermo.

Desde entonces, se han ido aplicando medidas para solventar esta problemática. Sin embargo, el covid-19 ha puesto de manifiesto la insuficiencia del trabajo realizado y la necesidad de tomar acciones más efectivas para solucionarla.

¿Cuál es el semáforo de la Calidad del Aire Interior?

Los principales indicadores de la CAI son los siguientes:

Parámetro

Intervalo aceptable

Temperatura

20-26 ºC

Humedad relativa

30-60 %

Caudal del aire

20-50 m3 de aire exterior/h/persona

Dióxido de carbono (CO2)

< 1000 ppm

Monóxido de carbono (CO)

<9 ppm promedio

La UNE 171330-2, en su punto 5, completa esta lista con más parámetros mínimos a muestrear en el ambiente interior:

  • Partículas en suspensión (PM 10 y PM 2.5).
  • Microorganismos en suspensión (bacterias y hongos).
  • Evaluación higiénica de los sistemas de climatización.

También existen otros parámetros complementarios como los compuestos orgánicos volátiles (COV) o el ozono (O3).

¿Qué indicadores nos ayudan contra el covid-19?

Todos aquellos relacionados con la ventilación, básicamente: caudal de aire, dióxido de carbono y partículas en suspensión. Estos nos darán información directa sobre la necesidad de ventilar un espacio interior para que tomemos las acciones posteriores oportunas y así podamos protegernos, de esta y otras infecciones.